
juntos esos elementos lo hacen viviente,
así como tú a a alguien amas
y por algo de ese alguien te hace amante.
No obstante, pocas cosas no tienen fin,
por mucho que quieras que vivan hasta el fin,
un fin tal vez muy lejano todavía,
a diferencia de tu final que siempre se avecina.
Naces sin saber cómo ni por qué,
tal vez llegas a saber sólo en parte,
así como alguna vez te enamoraste,
piensas en alguien sin saber por qué,
pese a eso eres incapaz de separarte,
inclsuo si por alguna razón te perdiste.
Naturalmente, algún día morirás,
sin saber cuándo ni por qué,
aunque algunos lo sepan después.
Sabrán qué pasó con el cuerpo que dejas,
tal vez en muchas formas no importe,
depende de cómo te vean quienes conoces.
Muchos, en ficción o en realidad,
codician por poseer inmortalidad,
por lo regular, por temor a la muerte.
¿Pero la muerte te consume totalmente?
¿Sólo mueres cuando el cuerpo yacce inerte?
¿Qué hay de lo que queda en mente?
En realidad, no mueres cuando cuerpo y alma se separan.
Mueres por completo cuando todos te olvidan.
Si dejaste algo valioso a otros
por siempre vivirás dentro de ellos,
aún si eres solo una sombra en su mentalidad,
en ellos depende tu propia inmortalidad.
Aún en vida, si alguien no piensa en ti,
simplemente en su mente ya estás muerto,
la inmortalidad de esa persona dependerá de ti,
si tanto te importa inmortalízala desde el recuerdo.
Si en su memoria elegiste morir
desaparece de su mente y déjala ir,
aún si con el recuerdo debes seguir
todo lo que te queda sólo es vivir...
Marzo 6-2014
Black Jam