Normalmente, la vida te da
decisiones,
te deja toda clase de
impresiones,
te permite tener todas tus
emociones,
te deja ser quien eres sin
objeciones.
Te formas acorde a las
influencias
y a como eventualmente formas
tu conciencia.
Hay algo que te impulsa, que
te apasiona,
algo que te compensa, que te
emociona.
Pero que igual te deja
equilibrar lo demás,
que te deja otras cosas para
emocionarte más.
Individualmente, una cosa
puede llegar a ser perfecta,
la cosa es que debes caminar
toda su línea recta.
Para ser “invencible”, toda tu
vida haces solo una cosa,
pues así la perfección de ese
algo se alcanza,
la perfección siempre una
victoria segura garantiza.
La perfección es poderosa, no
puedo negarlo…
La perfección domina miles de
cosas, he de admitirlo…
Pero en una búsqueda donde la
perfección es la meta
el precio a pagar es tu
identidad completa…
Muchos codician la perfección,
que al principio es solo una
ilusión,
pero a medida que te
obsesionas por ella
finalmente quien toma el
control es ella.
Mientras le das todo lo que te
pertenece a ti
menos te das cuenta de que
toma el control sobre ti…
Para la perfección tú solo
eres su títere,
pues está ahí manipulando tus
hilos.
Así que al final todo lo que
eres se suprime,
lleva toda idea de tu ser al
olvido…
Tus sentimientos, tus
principios, hasta tus sueños…
Toda tu identidad por
completo, tú incluso dejas de ser tu dueño.
En otras palabras, si en tu
vida la perfección es primero,
simplemente ya no puedes se tú
mismo…
La perfección domina miles de
cosas,
nadie ni nada puede ser la
excepción.
La perfección implica
prioridad por encima de todo lo demás,
independiente de que solo una
intención sea la motivación.
Podría finalmente darte todo,
pero con más razón no podrías
tener nada…
Mayo 8-2014
Black Jam
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