Alguna vez te ponen a preguntarte:
¿Qué es lo que tú quieres?
Te dirán que trates de imaginarte:
¿Cómo en el futuro te ves?
Estas, entre otras interrogantes,
diciéndote que importa qué quieres…
¿Es primero lo que quieres?
¿O más bien de ti qué quieren?
Por mucho que digas tales cosas,
¿cuál es el punto para hacerlo?
Sin importar lo que quieras,
siempre hay algo que llega a cuestionarlo.
¿Cuál es el punto de pensar lo que quieres
si en realidad careces de lo que requieres?
Puedes dar millones de excusas si quieres,
pero no justificarán tus carencias.
Te guste o no, por algo te detienes,
algo que le dan más importancia.
Mientras te detengan por una falta,
¿lo que quieras a quién le importa?
Te harán creer al principio
que vale lo que yace en tu cabeza,
eso solo te dirán al inicio
antes de caer por la fuerza.
Entonces verás que solo piden
todo lo que des con tus manos,
lo tomarán solo para otro bien
y lo demás ni echarán de menos.
Por eso, lo que quieres no es primero,
es primero todo lo que debes.
Podrías mentirte afirmando dar tu esfuerzo,
puedes protestar por algo que dices que mereces.
La razón de tu carencia es superflua,
igual existe solo por culpa tuya.
La razón es absurda si es pereza,
cualquiera se entrega esa floja fuerza.
No existe razón si es falta de interés,
y sin razón olvídate de lo que quieres.
El mundo es así,
tú no eres el centro de nada.
El mundo es así,
lo que quieres no es nada.
El mundo es así,
te guste o no para el mundo no tienes nada.
El mundo de hoy
solo tiene ojos para lo material.
El mundo de hoy
se fía solo de los datos en el papel.
El mundo de hoy
no se preocupará por tu identidad.
El mundo de hoy
no escuchará tu propia verdad.
Cumple antes lo que quieren,
llena siempre tus manos.
Antes está lo que otros quieren,
te guste o no, te interese o no.
En este mundo tal como es
a un lado deja quien eres y que quieres.
Septiembre 10-2014
Black Jam
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