no es nada más
que pura psicología inversa.
De nada,
a diferencia de los demás,
me sirvió pensar alegremente.
Todo parece reflejarse
y en contra de mí todo volverse.
Pero esta filosofía
si considero mi conciencia.
Mi mente parece fría
al tal vez lastimar a alguien más,
quizás no soy de tanta benevolencia.
Por tanto quererme
soy demasiado cobarde
hasta para entregarme
a la propia muerte.
Quererme así me hace egoísta.
En el fondo eso no me complace,
Aún sin importar
que algo me satisface.
¿Por qué no amarme
a mí mismo?
Porque eso puede volverme
más estúpido que hoy mismo.
Amarme así me aferra a mi vida,
seguramente sin propósito.
Una consecuencia dada
es ante otros ser un tonto total.
Creo que solo recibiré
a la muerte
cuando así deje de amarme
y de repente,
le haya hecho un favor
a los demás con verdadero amor.
Diciembre 26-2010
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