Una rosa,
por sus pétalos,
es hermosa.
Una rosa,
por sus espinas que dan dolor,
es peligrosa.
Paradójico,
pero lógico,
pues a veces
permitirse un tocado
está prohibido.
Como la gente,
también existen
rosas diferentes,
está en la esencia.
Hasta la más rara rosa
tiene su propia sombra.
Mientras las demás rosas
usan sus pétalos para ser escuchadas,
sus mismísimas sombras
usan sus pétalos para ser protegidas,
y por sus espinas,
refuerzan el anonimato de su identidad.
Una rosa negra no muestra fiereza
porque esconde su nobleza,
más la demuestra
al ser forzada por otra
por muchas razones
de dichos corazones.
O al menos,
eso dicen.
Una rosa negra no es tanta sombra,
más bien se cubre de penumbra
para sobresalirse
y por eso protegerse.
Más yo, la rosa negra de aquí,
no logro cosas así.
La sombra
siempre tiene algo que esconder,
más la mía,
no tiene nada que proteger
porque esta rosa
no es tan hermosa.
Son tantas ideas dolorosas
que tengo a menudo,
para que yo no sea importante
para este destino loco,
porque las decisiones que tomo
para todos se vuelven amargas.
Por tanto…
En un jardín lleno de rosas,
que imita al mundo
y a su gente,
yo soy el único
conocido como…
…Rosa Negra…
Marzo 1-2011
Black Jam
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